domingo, diciembre 31, 2006

Se cierra la puerta,
la balanza de este año debería romperse para no darnos cuenta, de todo lo que no hemos cumplido,
sacos rotos de sueños,
los fracasos tapados con un paño,
un cuenco con 11 uvas, dos copas de champagne barato,
y el veneno de promesas que no valdrán nada tras la resaca,
siempre me sentí naufraga en esta isla gris que supone mi vida,
perdida en las noches, llegando a casa siempre descalza,
no he retomado mis clases de guitarra,
ni he leído los libros de este mundo donde no valen palabras,
no besado tu boca, ni he roto tu camisa,
ni arrancado tu corbata,
presa, agua contenida,
mi cuerpo es el 96 % de agua,
recipiente hermético,
con una grieta en mi lagrimal que siempre tiene pérdidas,
avería que no he reparado,
no he encendido una vela cada día que eche de menos su sonrisa

Resaca

Aquel amor, siempre se nos hacía de noche
al besarnos,
cuanto de menos, o de más perdimos,
la felicidad siempre se esconde cuando menos me lo espero,
reflejo de un sol de invierno,
te veo siempre como aquella postal que enviaste desde Menorca,
tu pelo ondeando al viento,
aquellas tardes de versos,
mirándome al espejo veo en mis ojos que te he amado tanto,
desolada,
sin tiempo ni argumentos, una ilusión que muere,
o murió,
me canso de seguir, aunque digo que me vasto, la mayor parte del tiempo,
marea, ola que me viene y me embriaga,
me tira hacia lo más profundo de sus aguas,
arrastrada,
promesas que no salieron bien,
la resaca de este amor siempre me causa dolor de cabeza,
oigo como se grieta el corazón que me habita,
los golpes en las puertas abiertas
nunca suenan a hueco,
tirada en el sofá,
sintiendo morir,
abandonada entre los placeres de la autocompasión,
los pasos absurdos de este, mi reloj biológico,
una vida de vacas flacas rebosada,
como flaco nació este corazón,
desprovisto de canciones,
vomitando palabras impacientes,
como si decir esto,
o aquello que debí decir,
quemase al salir de mis labios,
brisados de aguantar el frío del vacío,
abeja que florea,
poliniza,
o tal vez, simplemente envenena,
y se envenena,
un último aplauso, ovación que siempre merece tal capacidad de ensombrecerlo todo.

martes, diciembre 26, 2006

Cabalgo

Cabalgo,
en mi caballo blanco,

no importan los días que acaban,
los que pasaron,
ni ese río,
que arrasa mi valle,
letras,
letritas que viajan por el aire,
encanto nuestro,
a base de sal,
alma
y salidas de tono,
un dolor que sólo me da la verdad,
que nace al verte,

cabalgo,

inventando tu nombre,
desconocido de pelo largo,
sonríe desde la sombra,
mentira de largo pelo,
sin educación,
su educación a base de arrugas,
un hígado siempre ebrio,
sueños en la piel,
contados a través de sus dedos,
acariciando esas notas que casi fluyen en palabras,

cabalgo,
con un corazón en la garganta,
lanzando alaridos,

tras las gafas del olvido
todo parece más claro,
no amo nada más que ese cuerpo marchito,
verte en otros ojos
con las mismas palabras,

volverte a ver siempre es un motivo,
para huir en las madrugadas,
cabalgo,

oh...!
mimo,
siempre habla mi espalda,
a base de caricias,
que no dicen nada,
y lo dicen todo,

oh...,
dios,
tritón de aguas tranquilas,
tan bohemio como siempre,
como nunca mi venda destapa mis lágrimas,
perlas negras que brillan más fuerte,
siempre que te acercas,
que tocas mi codo
y me gritas, a base de miradas,

me susurras
que no huya,
no me huyas,
dices,
trampa en la que siempre caigo,
en el mar de tus encantos,

cabalgo,
con la cintura partida,
a estas horas de la noche
ya no me siento los pies,

contando los versos,
versos de mármol,
en una escalera,
a base de pies descalzos.

domingo, diciembre 24, 2006

Envejecer

Ese nadie,
o cuervo,
petulante sombra,
vida, que empuja a estas piernas,
que se pierden,
que se agotan,
dolor de amigo,
de amor,

los recuerdos pensando en mí,
trozo apartado de mi vida,
heridas,
una lágrima siempre asomando entre mis pestañas,
amenazando,
paraíso finito,

esperanza interminable,
porque al ver esas caritas
nace la sonrisa,
abre mi para-caídas,
vida de éstas llenas,

sin gloria,
la condena de la pena,
del olvido,
tornado de emociones,
que arrasan estos ojos,

Perro atropellado,
dos canas entre las cejas,
corazón dislocado,
convencido de su fracaso,
lágrimas siempre aguantadas,
y un suspiro que nace
siempre a la vuelta del pasillo,
hombre que recuerda días menos grises,
convéncete,


los músculos me duelen porque los he utilizado,
ahora me cuesta trabajo subir esas escaleras,
porque he subido todas la noches
para tenderme en la cama
junto al hombre que me amaba
porque viví demasiado
unas cuantas arrugas, si
pero he visto miles de cielos y días soleados
soy y me siento así,
porque he vivido y fumado
vivido y cantado,
sudado y amado
bailado y he hecho el amor tanto
que he tenido una vida estupenda
envejecer no es malo,
envejecer es un premio
intentando demostrar que aún tiene veinte años,

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martes, diciembre 19, 2006

Chica 007

Guindilla picante,
sin ataduras ni amarras,
resume,
consume,
abrevia,
de noche la luna oye los ruidos de animales,
vuelan murciélagos entre mi escote,
no habrá quien resuma ese talle,
no habrá quien se dé por vencido,
diablillo,
esos ojos no son de nadie,
el azabache no es del aire,
noche,
noche absurda,
resurrección sin modales,
quien persigue esos andares,
escenario sin reproches,
carita de pena solo en las mañanas
la resaca de la venganza
siempre se me mete en las bragas,
mi hada me ofrece un pañuelo pa limpiarlas,
el olor penetrante de una copa de vino,
ciega esa frente
que parte el frío,
para las penas no hay borrachera buena
despierta ese pajarito,
potente caballo cabalgante,
blanca crin al viento,
rogando,
robando, sin sentido vuelvo,
suspendido el tiempo,
malgasto de sentimientos entre estas cuatro paredes,
bajo el agua caliente que cae en cascada
el remordimiento siempre sabe a sangre,
y dices,
estoy buscando a una chica 007 que me bese la boca
y me acaricie el paquete,
que no me diga te quiero, que soy de usar y tirar,
miro al espejo esta carita
que resume tan bien las noches ajenas,
ya no soy esa chica 007.

Te veo pasar

Cierra el poniente y oculta el sol como una lágrima oscurecida,

mientras la inmensa frente fatigada

siente un beso sin luz, un beso largo,

unas palabras mudas que habla el mundo finando.

Vicente Aleixandre


Te veo pasar como un susurro,

casi imperceptible, suspiro que viene y se va,

desapareces, estrella,

estrellita,

desierto mar de invierno,

sumerge; en esta frente ancha,

fría, despejada;

un lunar de oscuridad,

luna,

lunera,

aliento de odio;

con cada embestida del mar,

desaparecen mis penas,

etiquetando los paquetes,

se perdieron las nubes de algodones,

las risas sin motivo,

las lágrimas como rocío de las mañanas,

la juventud de un corazón,

corazoncito,

fuente de frío,

helado caparazón lleno de misterios,

sentimientos enredados,

sin llegar a querer de veras,

vuelve a empezar este paso,

lejos de ser firme,

demasiadas cosas que recordar,

te veo pasar como un susurro,

casi imperceptible, suspiro que viene y se va.


lunes, diciembre 18, 2006

Silencio II

Silencio,

bajo una manto de frío,
perfil púrpura del bosque que fue verde,
mañana de mayo que se perdió entre los versos,
en este atardecer de sombras.

Silencio,

nacimiento violáceo de perdidas nubes
en un horizonte muerto,
por el que el tiempo no pasa,
cierta sequedad en el garganta,
y una campanilla, inquieta antes,
que no vibra,
marchita.

Silencio,

"bersos" que no fueron,
enterrados, sepultados,
antes de ser nacidos,
ignoro el porqué de la agonía,
de ese llanto contenido,
no flota,
tapado en el fondo del río,
esta inmensidad de agua,
que no fluye,
ahoga.

Silencio,

circulante sangre por mis venas,
(azul, o verde, oh negra sangre)
corazón carente de latido,
y ese dolor de muelas en el alma,
(si al menos tuviese muelas, ...).

Silencio,

te he preguntado amor,
si vivías,
o morir fue tu destino,
y no respondes.

Silencio,

silencio.

viernes, diciembre 15, 2006

Como si de la torre de Babel se tratara, a veces nuestros cuerpos no se entienden, aun abrazados, me abordas como el mar, sin olas, pero la espuma eriza mi piel, tus ojos llaman bersos, como si un poema recitaran nuestras bocas, tirando las ropas por las ventanas, y tras ese tiempo que nunca concedo a mis versos, todo acaba entre zarzamoras, que siempre llora bajo mis rincones, reloj de arena que se agota, que me calma.

Volver

Viendo mi cabeza al lado de tu almohada, sin versos en los labios después de todo engaño,

huyendo de tus labios, despojada de mis ropas que perdieron los colores vivos,

tres días dura este romance que murió antes de contarnos las señales bajo el vestido,

llenas de marcas las manos de golpear las paredes de estos encuentros, y miro mis ojos secos, secos de tantos miedos,

este cuerpecito que no sabe enamorar, ni enamorarse, bajo unas sábanas blancas todo parece más verano, mas ardiente y menos cobarde.

Bajan los granos del reloj de arena, con el vaso que no olvidan tu cara, pero que derriban las voces que transportan mis sentimientos, hibernando todo verso

tiempo que dedicare a sonreír, a matar y a amnesiar, destrozar, desamar, o desbesar, desquerer, anestesiar este cacho de carne que siempre late menos fuerte cuanto estas lejos,

discapacidad del alma, amputada, que confeccionó un disfraz, en el carnaval que no tocaba,

tratando esta tos, con caldo de gallina, zumos de naranja, ron miel, y lágrimas en los versos que perdí ayer,

o hoy,

y un dandy que sueña, que saca mis espinas, como el sol que calienta los huesos bajo la toca que siempre acompaña a esa cabecita que muere tras los cristales,

derritiendo a base de escote las neuronas que le otorgaron al azar, un tiempo que siempre parece invertido,

amargor del regaliz, que siempre me trae el recuerdo de tus abrazos, al despertarme en mis mañanas felices,

y ahora muero, o vivo, nazco, renazco, o tal vez desvivo, mis ojos se bosan de lágrimas, ansiando el olvido

miércoles, diciembre 06, 2006

(im)perfecta (im)paciente II















Descalzos

silencio bajo tu pelo,
cayendo
los sueños,
abriendo los ojos,
limpios,
verte sin espejismos,
sin fuegos artificiales,
con un perdón en los labios,
secos de tantas heridas,
palabras sin sentido,
que juegan a decir lo que amas.
--------------------------------
No te atormentes por mi corazón,
déjalo,
encerrado en su cueva,
que importa si es azul,
o roja su sangre,
si late más o menos deprisa,
no te atormentes por mi tristeza,
déjala,
marchita en su silencio,
no importa si es lágrima,
o nudo,
no te atormentes por mi cintura,
déjala,
ajustada y flaca,
en sus excesos,
bajo las faldas,
no te atormentes,
que importa si esto es una (des)ilusión,
si alimento el cuerpo con pan duro,
cebolla en verso,
y corazón envinagrado,
luna sin manto de estrellas.
---------------------------
Castigados,
los sentimientos que puede encontrar, bajo las luces del puerto, redes con peces muertos,
un olor nauseabundo, borrachera de sentidos, esa esencia que sólo se encuentra sobre los pétalos nuevos.
----------------------------
Vuelo en los recuerdos,
en un rincón una niña-niño castigada,
con el chándal blanco rozado en las rodillas,
muerde una lengua contenida,
con una lágrima aguantada sobre las pestañas,
tonta niña,
niña idiota.
----------------------------
Murciélago
sujeto a una pared,
mi corazón se encuentra extasiado,
bebiendo esta sangre
que no late,
que abrasa mis venas,
sólo suspiro por esos colmillos,
no hay nada más precioso que esos ojos cerrados,
ciegos,
bebiendo de mi boca,
mordiendo esta vida llena de días,
y versos,
malditos versos,
mediocridad negrita,
entre anuncios luminosos.

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martes, diciembre 05, 2006

Retazos de una (im)perfecta (im)paciente

Ataque de ansiedad

¿Doctor?
¿Es este el medio pulmón que me amputó?
No, es este el corazón caótico que se empeñan en restregarse por el asfalto de la conciencia.

--------------------------
¿Vienes?

No, sigo por este camino,

¿escribes?

no escribo,
sólo sueño,
o pretendo verte leyendo este texto,
que importa
que tenga o no sentido,
que falte o no la razón
en su estructura o estilo.

--------------------------

Destrózame este silencio,
cometa al viento,
y ese frío que hiela los cuerpos dulces,
caen dos lunas esta noche,
tres ventanales,
mil labios de luz,
tierra sin mar,
océano de tristes sonrisas.

-------------------

Lejos,
en la penumbra
nace una voz,
cuasi conocida,
que escupe palabras,
pinchazos en las úlceras de mis heridas.
----------------------

Destino de flor

Roza el pezón de la flor que se pudre
en el tallo,
mientras se estremece su alma

suelta eso viento,
no tienes conciencia,
te llevas su amor,

la flor, mira que cara...

el tallo, mira que vida...

puta podrida vida,

marchita las sonrisas de las niñas,
mira, esa niña que camina,
que llora,
corriendo tras las lágrimas que se le adelantan.

mariposa que vuela, triste,
bajo la lluvia sus alitas empapadas,
se quedan pegadas,
muere en un charco.

no,
no vuelvas tu mirada obscena,
hacia esos labios que se pliegan,
el labio consorte,
acaricia la miel que le ofrece la abeja,
abeja reina,
como ninguna,
como cualquiera,

no te pido más,
que lo de siempre,
que calles,
por esta vez tus pupilas,
tu canto
y esa luz de tus palabras,
o el odio,
al levantarte en las mañanas,
odio de despertador,
ese que no calla,
que brinca y salta,
maldito cabrón,
injusto maldito.

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Nieva

Hoy nieva,
madre,
pero no como entonces,

Hoy nieva,
pero no como antes,
Cómo cuando no existía, Yo.

Nieva,
como un llanto,
hondo y profundo.

No...
no...
escucha...,

Nieva
como un suave gemido,
un maullar de minina*
soplido de viento que no ruge,
que se ahoga,
o silva,
y recita mis versos,
al oído, dictados.

Hoy nieva,
por tu recuerdo,
y nievan risas,
nievan misterios,
que veo tus ojos
bajo las sombras del huerto,
y miro el veneno del paso del tiempo,

bajo las sombras del huerto,
no los encuentro.

Hoy nieva,
lapidan mis sueños,
pululan tus alas,
sobre mis hombros desiertos,
busco tu abrigo,
y no andas ahí dentro,
bajo la sombra del huerto,
me nievan los versos.

Hoy nieva,
nieva de nuevo.



(*"minina" es niña en portugués)

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lunes, diciembre 04, 2006

FLOR DE LA LOCURA


PEQUEÑA, Mali, no se puede pedir consejo sobre la locura. Sólo el cielo entiende de censuras. Si amas los pétalos marchitos de las amapolas, tienes que aguantar que (no) duela el amor, que los relojes acosen nuestro pecho, que mariposas esfinges colapsen nuestra garganta… porque ¿qué peor insomnio que de la utopía? Acaso en los limites donde el silencio se desvanece (y apartamos la almohada), crees una estrofa (im)pura.

Santiago Aguaded

domingo, diciembre 03, 2006

mali sostenida

Me pierdo en los lunares,
oh mi deseo,
y despierto de ese letargo,

una mali sostenida,
este cuerpecito debería convertirse en nota musical,
para que al menos se oyera,

descalzos mis pies,
y atadas mis manos,
tan dura esta paz y esta luz,

los pinceles de reloj de domingo,
siempre corren tan lentos,

un ojo profundo que vigila,
maldice esta vida,
que no anda,
se revuelca,
para evitar los labios cuando queman,

pétalos de la rosa que se caen,
marchitos.