miércoles, octubre 10, 2007

Encuentras, día en tu amanecer
tranquilo siempre, dos luceros,
uno el mío, el verso,
otro tuyo, siempre sincero.

Descubres, el sol del medio día,
guía impredecible, sin amor,
guardados los sentimientos en el último cajón,
desciende el deseo, el hambre
que se convierte en gula,
que no sacian las manos,
amor de sal, infierno entre sábanas siempre húmedas,
bajo la piel sólo se siente el alma herizada.

Está atardeciendo ya,
como el fuego que se apaga,
sin música para amenizar la velada,
amas el rock & roll,
y no encuentras ninguna canción
frío en el castillo de arenas,
ceremonia que termina con gintonic