Mis días, sin ti, no serían días
y aunque mi sangre bulla,
mi corazón lata,
mis pulmones oxigen mi alma
no serían días sin tu palabra,
cuando pronuncias mi nombre, sobre mi espalda
y recorres mi camino a base de caricias
el amanecer es más vivo
al vivirlo contigo.
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Y miras a mi boca,
con tus ojos, que han conocido el brote de las lágrimas,
y desnudas mi mirada a tu antojo.
¿Me amas? pregunta llana que prácticas amenudo
Te amo, y en esa respuesta, que encuentro al instante,descubro que
no puedo hacer otra cosa, mas que amarte.

Te amo
sólo con decirlo no basta,
es el hecho de sentir más allá de una palabra.

Te amo,
y se me escapan los versos,
me retuercen las palabras,
en un sinsentido vaivén,
de caricias y llamadas.

Te amo,
quedándoseme pequeño el cuerpo,
como cuando te siento a mi costado,
mientras duermes,
y siento tu piel tibia,
y tu corazón ardiente.

Te amo,
y ese lenguaje ancestral,
de miradas y de besos,
me ha clavado dulcemente,
pedazo tras pedazo,
cada milímetro cuadrado de mi piel
a tu recuerdo.

Te amo,
sólo con decirlo no es suficiente,
el hecho de sentir más allá de una palabra.

Cada mañana es lo mismo,
el asombro, siempre nuevo
de ver lo natural que es la sonrisa
en mi rostro.
como brisa de septiembre.

Cada mañana la misma sorpresa
me despierto ensoñando tu cuerpo,
la naturalidad de tu abrazo,
el deseo de tu piel, de tu tacto.

Cada mañana
se eleva el misterio,
me descubro mirando unos ojos gatunos,
que no están frente a frente

Cada mañana,
revuelas como mariposa,
sobre mis pechos, con besos alados,
y rastro de tus caricias sobre mi cuello.

Al alba, cuando compruebo
la distancia,
no entiendo lo natural
de este sueño,
de sentir tu caricia,
tu beso, tu calor y tu cuerpo.