domingo, diciembre 31, 2006

Resaca

Aquel amor, siempre se nos hacía de noche
al besarnos,
cuanto de menos, o de más perdimos,
la felicidad siempre se esconde cuando menos me lo espero,
reflejo de un sol de invierno,
te veo siempre como aquella postal que enviaste desde Menorca,
tu pelo ondeando al viento,
aquellas tardes de versos,
mirándome al espejo veo en mis ojos que te he amado tanto,
desolada,
sin tiempo ni argumentos, una ilusión que muere,
o murió,
me canso de seguir, aunque digo que me vasto, la mayor parte del tiempo,
marea, ola que me viene y me embriaga,
me tira hacia lo más profundo de sus aguas,
arrastrada,
promesas que no salieron bien,
la resaca de este amor siempre me causa dolor de cabeza,
oigo como se grieta el corazón que me habita,
los golpes en las puertas abiertas
nunca suenan a hueco,
tirada en el sofá,
sintiendo morir,
abandonada entre los placeres de la autocompasión,
los pasos absurdos de este, mi reloj biológico,
una vida de vacas flacas rebosada,
como flaco nació este corazón,
desprovisto de canciones,
vomitando palabras impacientes,
como si decir esto,
o aquello que debí decir,
quemase al salir de mis labios,
brisados de aguantar el frío del vacío,
abeja que florea,
poliniza,
o tal vez, simplemente envenena,
y se envenena,
un último aplauso, ovación que siempre merece tal capacidad de ensombrecerlo todo.

1 comentarios:

Blogger Gsús Bonilla ha dicho...

¿me dejas que te de el último apluso y el primero de este año?

cuando se celebran bi-nocheviejas,
se esperimentan bi-resacas.

tobien,
guapa.

buen2007tedeso

10:59 a. m.  

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