jueves, marzo 08, 2007

Días largos

El amanecer desnuda los arboles,
despierta las olas que tras el cristal sueñan,
deshace las dunas que dibujó el ocaso,
se ciñe el trigo bajo la tierra,
trotando las nubes envolviendo el horizonte,
descalza el veneno que viste el recuerdo.

La niña tiembla, su voz se quiebra
medio guiñar de las pestañas,
ceño que frunce su vida en lata,
si pareciese sardina estibada,
el frío entraba bajo las sábanas,
le recordaba que no habían brazos a su alrededor.

Ella, dispuesta a romper el día,
triunfando como torbellino,
maldito monstruo de Tazmania que lleva dentro,
que nace en ella.

Ella, tragándose el momento,
descalza,
mirando a su mirada,
encontrase una pequeña puerta en su silencio,
en su partida,
y en ese instante,
el zapato de tacón perdiese todo sentido de lo práctico.

Ella, dispuesta a romper el día,
triunfando como torbellino,
maldito monstruo de Tazmania que lleva dentro,
que nace en ella.

La niña tiembla, su voz se quiebra
medio guiñar de las pestañas,
ceño que frunce su vida en lata,
si pareciese sardina estibada,
el frío entraba bajo las sábanas,
le recordaba que no habían brazos a su alrededor.

El amanecer desnuda los arboles,
despierta las olas que tras el cristal sueñan,
deshace las dunas que dibujó el ocaso,
se ciñe el trigo bajo la tierra,
trotando las nubes envolviendo el horizonte,
descalza el veneno que viste el recuerdo.

1 comentarios:

Blogger Gsús Bonilla ha dicho...

esto es como un grito,
que dice aquí estoy yo
pa que me oigan,

ademas de leerte, yo te escucho,
y por supusto que te hago caso.


wenfindebsoles

11:52 p. m.  

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