temblando

el dolor habita sobre mis hombros
quemándome sobre la almohada

me jode que el viento siempre sople hacia el mismo lugar
como si el resto del mundo no pudiera sentirlo bailar

llevo años buscando el placer
como si en realidad existiera el edén
y opto por comerme la manzana,
si no me permiten la entrada
que al menos sea con ganas,

porqué vivir así
dejar de sentir
que el sol no calienta lo mismo
en las tardes
y en las mañanas

glaciares son los ojos que veo en el espejo
glaciares, pero siempre derramando lágrimas
lágrimas negras, lloviendo hasta el puñal de las verdades
buscando un destino,
no tengo paciencia para esperar al futuro,
incierto me parece todo lo queda prometido,
latiendo, temblando,
caminado hacia los ojos del abismo,
la muerte llena de pena mis venas.