A media voz,
no puedo cerrar mis puertas,
ni mis ventanas,
deja que la luna entre tras telarañas,
y es mi corazón un puñado de letras
mi alma cargada de palabras,
de evadidas respuestas,
de pregunta en llama
y es la sinrazón la que azota mi mirada.
El dolor escoge sus momentos
dilapida silencios y ausencias,
luciernaga que se consume en la llama.
En estos días de sol,
donde todo parece más amarillo, más blanco, más azul,
mi alma está más beige, más negra, más gris.
no puedo cerrar mis puertas,
ni mis ventanas,
deja que la luna entre tras telarañas,
y es mi corazón un puñado de letras
mi alma cargada de palabras,
de evadidas respuestas,
de pregunta en llama
y es la sinrazón la que azota mi mirada.
El dolor escoge sus momentos
dilapida silencios y ausencias,
luciernaga que se consume en la llama.
En estos días de sol,
donde todo parece más amarillo, más blanco, más azul,
mi alma está más beige, más negra, más gris.