jueves, marzo 24, 2011

Me vienen los recuerdos, de mis días que hacen soñar a cualquiera, con mil cosas que contar, y que me ahorré decir, mirar al cielo para ver la luna, y solo ver las luces de una ciudad que calla y niega, no me calientes la cabeza con ideas de fortuna, de cuentos y de alacranes, que mi vida es vida ciega, y la vuelves vida muda, oh vida muda, si no cuento ya los puntos cardinales, ni me encuentro desnuda en mis palabras, como la experiencia del mendigo, en contar estrellas, y estrellados, descubriendo que el aire no tiene olor, solo viento y mentiras, y miradas que ya no muestran ni dicen más que lo de siempre.
______________________________

Se me amasa el amor en las entrañas, con tinta y veneno en llamas, sangre que late y nutre mi mirada, esa que aún soy capaz de dedicarte, sin ver más horizonte que las amapolas ardientes y febriles, no es tinta, ni sangre, eres tú quien recorres mis venas, y este amor en la distancia, quien arruga mi sentido, quien me cubre en un océano oscuro e inmenso, con mis labios amoratados y desbordados, des-esperando ser amados.

viernes, marzo 18, 2011

La ternura idealizada,
pensar en versos, si de amor tratase,
no, es más duro el pan que el vino,
ya sabes que no tengo paciencia,
y que exploto o reviento mis sentidos.

decir, mostrar, pensar, sentir...
aquello que mi corazón alberga,
va más allá de la ternura,
de la dulzura que supone despertar bajo tu abrazo,
añoro, sentir tu cuerpo bajo mi tacto,
tu pelo, hacerse menos blanco,
y tu sonrisa más tierna,
añoro, mi mirada quemar las olas de tus ojos,
derretirme bajo tu palabra, o susurro,
pensar que no hay día o alba,
que vaya a alejar tu latir de mis entrañas.

jueves, marzo 10, 2011

Un día cualquiera

Hoy, por un día, quisiera escribir con faltas de ortografía,
pecar de coger siempre el camino equivocado,
quemar los apuntes que ordeno cada día,
y destrozar los cuadernos que tengo casi destrozados.

Hoy, quiero dejar que el word me recuerde que soy humana,
que no sé si el corazón se me está acorazando, o es la coraza la que está corazonada.
Ver las luces en mis talones, y no siempre tan lejos.

Por un día quisiera montar en bici, llegar a donde no pensé llegar,
apresar una cerveza fría que encuentre casualmente,
descubrir un tesoro
y puede que mañana el hecho de seguir caminando,
me haga pararme para ver si se me olvidaron las tildes.
No quiero tiempo, cuando haya tiempo,
ni quiero versos que ya he leído,
por no pedir, no pido nada,
y es tan grande lo que pido.

No quise flores en mi ventana,
ni el amor bajo las sábanas,
no pedí larga la primavera,
qué fuera el sol sin cielo,
y la luna sin estrellas.

No versé nada sobre el mañana,
solo al presente teñí de flores,
no pedí fuego ni mil amores,
solo imploré las tentaciones,
¿es mendigar lo que ahora intento?
si lo viví, es que fue mío,
lo que siento es solo tuyo,
lo que me queda es la nada,
y la nada es lo que pido.

Inmensidad del mar, me perteneces,
me abrumaste con mil venenos,
largo a la sinrazón,
que el corazón ha poseído,

todo aquello que fue versado.
Puede que tú no lo sepas,
Que no entiendas el significado de mi palabra
O puede que no la leas,
La malinterpretes,
La repases, desentrañes sus hilos, como el compositor que vuelve melodía el pentagrama.
Y no llegues a alcanzar el sentido de mi verso
Puede que una mañana gris se torne lluvia,
O puede que el sol deshaga la niebla y lo germine todo de rocío,
No sé, por saber, lo que deparan mis versos,
No lo veo llegar, ni lo siento,
No desquicio mis días,
Ni ahogo mis penas,
Ni visto de limpio mi alma,
No quiero convertir esto en un testimonio,
Ni destrozar mis rodillas por ver las tinieblas,
No lo veo llegar, ni lo siento.