...caliente nudo de presencia en el día,

irresponsable belleza que a sí misma se ignora,...
Vicente Aleixandre

Matador, abrasador,
fusil cargado,
boca, brasa, explosión, beso que brota,
pies, espuma, serpiente, tiemblan mis rodillas al mirarte,
al sentirte candente,
corazón, roca, aire, el amor nunca significa lo mismo,
canto de las dunas, ciega la arena al mar,
el lenguaje de las olas,
sola, sola, triste tonta,

desierto, desierto,

músculo hambriento de hojas,
letras cubiertas de sal,

distancia, silencios, metal, levante, vuelve locos mis versos;
goma, dama de noche *, cal, sonrisa de verano que se borra,

desierto, desierto,
cubierto de sal,

naufragio de llanto, naufraga el cristal,
colgando una imagen con cinta adhesiva,
castillos de arena sobre la playa,
recita la ola, con su lengua sonora
destrozando las torres
secadas al sol,
eclipsa el mar las dunas aladas,
orilla cubierta de espuma.

Mediador

Te encuentro, como brisa que asienta la arena,
sigilo, cicatrices que quedan ocultas bajo células inertes,
la hoja cae marchita en otoño,
en primavera forma parte del suelo,
nutriendo la tierra que alimenta nuevas hojas,
como un ciclo, esta vida, siempre sincera,
media, con su psicología, particular siempre,
entre el estar y el irse,
mitad entre la existencia y la muerte.

Sueñas, interpretas, adornas,
labras por medio de palabras,
una verdad sólo tuya, o mía,
quien sabe lo que es cierto,
lo que digo o lo que escuchas.

En el centro de tu puñal y el mío
se forma una base,
la base de un corazón
roto a medias,
ramas torcidas entrelazadas,
de árboles hermanos.

Siempre me parece que duermes,
cuando estoy despierta,
tú o yo, nosotros,
el conflicto siempre estalla cuando llueve,
providencia que augura el diluvio,
entonces estalla mi muerte.

Dualidad del alma,
gemelos en duelo.

Rincones (Tentaciones)

Te vas, el pensamiento siempre me sobra, pasando a tu lado, sin nada que decir, continúo caminando sola, no hay nada que tenga para darte,

Oh! vida, silenciosa, siempre...

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El mundo a veces parece de colores,
otras tiñe de grises las emociones,
emborracha las inquietudes.

los sueños son en blanco y negro,
afirmas,
siempre soñé que fueran azules las ilusiones,
(¿de qué color son las fantasías?)

escondes secretos bajo los sueños,
escondes caricias bajo mi pelo,
mientes como el aire que mece el trigo,
esa brisa que trae cristales,
el frío abrasa las yemas nuevas,

brotas como sueño, semilla que creía inerte,
comprobando la temperatura de este amor,
en el color de la piel,

esconde en tus mejillas,
que te estoy queriendo tanto,
disimula los labios, rojos como el rescoldo del cigarro,
llena de heridas tus versos,
miénteme, deseo,
déjate llevar, corriente,
huida,
arrástrate,
desliza tu cuerpo bajo las sábanas,
enciende esta cama que vive en ascuas,
ciñe mi cintura a tus brazos,
atrápame, con todo tu poder,

dame tu querer en todos los rincones,
embriagándonos a base de olores,
40 grados a la sombra.

Con la A

Angustia,
ahogo,
austeros amaneceres azules,
amapolas agrias,
alba aurora

Anhela,
anhela autora;
ahora amar

amigo
asemejase a aborrecer
alma ácido alimento,
agujero aletas asomadas a abismo
áspera ánima
alopatía

achaca al amor
algún arte
antes abominable

Atrás aquellas adoraciones
ajan al ángel

azogada
aparece aprensiva

Catalejos

Esta vida es como el mar,
horizonte sin esquinas,
un viento que te hiela los párpados,
mis ojos no sonríen ni lloran,
mas sólo muestran ausencia,

un corazón recortable,
como el de las mariquitinas de mi niñez,
a las que cambiaba los vestiditos,

ya sé que no soy la de antes,
la niña que se sentaba en las estrellas,
en su chabola, su casa del árbol,
que se tomaba las lágrimas a broma,

lamiendo un limón con azúcar, consumía las tardes de primavera,
olvidaba los recuerdos al atarse los cordones,

saltaba toboganes, chinga-chinguetas y columpios,
mirando pasar la vida,
sin ver lo que pasaba, lo que vendría,
en el parque las palomas vuelan hacia la comida,

los pájaros, no "pajalan", sin los embalsaman,
postradas sus patas sobre una rama cortada,
su cielo queda demasiado lejos,
mirando tras el catalejos,

jugar al parchís nunca está tan mal,
si fuera llueve,
y queda lejos el mar,

(¿te has echado alguna vez de menos?

me eché alguna vez de más...)


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Háblame despacio, susurro que tiende al silencio,
recuerdo un Lolipop siempre a medias,
nostalgia que siempre me viene en las tardes frías,
olas que vienen y van,
¿nunca has quitado el polvo, ese que
siempre vuelve?
un ser semejante a dios,
creado del barro,
que en polvo se convierte,
desierto de angustia,
arena que se transforma en tiempo,
cayendo grano a gran, entre las paredes de cristal, silencio que no vale la pena describir, la muerte siempre se rompe acunándome, las lágrimas de bar, siempre cierran heridas, que no se debieran cerrar, locura que despierta en la cabeza, siempre dando vueltas, me duele el alma cada vez que te acercas, a aquel segundo, donde todo empieza, al que todo llega, negrura en el cielo, diluvio en el purgatorio. Polvo que reside en cada uno de mis poros, la piel en jirones siempre parece cuero, alimentado del forraje que marchitó con el viento, las fotos antiguas que guardo en el cajón del armario, siempre me derrama las lágrimas, siempre que no tengo versos, pido mi primer milagro, deseo que regreses, locura en el cielo, ¿qué haces allá, qué haces?, me muero....

Pepito Grillo.

Tres veces al día me sueño,
reinventando el mirar de mis ojos,
desabrochando animales,
los que me hicieron rastrojo.

Pepito Grillo, siempre repite lo mismo,
no me conformo chiquilla,
no me conformo,
que no haya sueños,
que la muerte besa con sombra
tu paraíso.

Atravieso el espejo de mis nuevas pupilas,
metiendo en el armario las lágrimas,
que viven al borde de mis párpados,
dos gotas de azulina,
desaparece el ladrillo de mi frente.

Las penas nacen tras el ocaso,
el corazón lleno de charcos,
me tapo con las sábanas de mentiras,
cubriendo mi cuerpo siempre de lava,
que me abrasa y me desborda,
no dormir hasta las 6 de la mañana,
cuando me acostumbro a las ruinas,
que habitan en mi almohada.

Días largos

El amanecer desnuda los arboles,
despierta las olas que tras el cristal sueñan,
deshace las dunas que dibujó el ocaso,
se ciñe el trigo bajo la tierra,
trotando las nubes envolviendo el horizonte,
descalza el veneno que viste el recuerdo.

La niña tiembla, su voz se quiebra
medio guiñar de las pestañas,
ceño que frunce su vida en lata,
si pareciese sardina estibada,
el frío entraba bajo las sábanas,
le recordaba que no habían brazos a su alrededor.

Ella, dispuesta a romper el día,
triunfando como torbellino,
maldito monstruo de Tazmania que lleva dentro,
que nace en ella.

Ella, tragándose el momento,
descalza,
mirando a su mirada,
encontrase una pequeña puerta en su silencio,
en su partida,
y en ese instante,
el zapato de tacón perdiese todo sentido de lo práctico.

Ella, dispuesta a romper el día,
triunfando como torbellino,
maldito monstruo de Tazmania que lleva dentro,
que nace en ella.

La niña tiembla, su voz se quiebra
medio guiñar de las pestañas,
ceño que frunce su vida en lata,
si pareciese sardina estibada,
el frío entraba bajo las sábanas,
le recordaba que no habían brazos a su alrededor.

El amanecer desnuda los arboles,
despierta las olas que tras el cristal sueñan,
deshace las dunas que dibujó el ocaso,
se ciñe el trigo bajo la tierra,
trotando las nubes envolviendo el horizonte,
descalza el veneno que viste el recuerdo.

Vampiro

Muerdes mi herida;
yaga abierta por vos,
con tu oscuridad, desciendes bajo tu manto;
silencios y vacíos en el corazón,
corazón queda como zarzamora, dentro la semilla del odio,
odio a lo absurdo de este amor,

imposible como el beso de sangre
bajo un ocaso que siempre me eriza los vellos del cuello,
vello por fuera, bello por dentro,
descalzada mi coraza
siempre parezco más frágil,
cierta virginidad en la mirada,

mirada gitana,
mirada de lobo,
optaste cierta vez,
guiñando tu párpado payo.

Cierto es que la vida se gasta sola, que se va de las manos el tiempo, que siempre encuentro a mi persona, llorando en silencio, desiertos los versos.

Cierto es que se me angustian los sueños, que camino descalza sobre el césped de hielo cubierto, que desnudo mi cama sólo cuando quiero.

Cierto es que el color de la ciencia siempre consume mi cerebro, que las letras cursivas siempre me causan nostalgia, que dos menos dos es cero, y de cero al infinito sólo hay un paso.

Cierto es que me complico los días, que miento cuando no quiero, que amo si tengo miedo, que sueño con los fantasmas del viento.

Cierto es que vomito lo que bebo, que descalcifico los huesos que me ofreciste aquel día.

Cierto es que no cumplo promesas, que amanece todos los días, pero no lo siento.

Cierto es que tu casa me pilla lejos, que disimulo las lágrimas con polvos compactos y besos a infiernos.

Cierto es que anoche me contó un sapo, lo dulce de mis recuerdos, sus ojos mirándome, mintiendo.
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Un recuerdo, dos canciones, tres mentiras, cuatro estaciones, cinco notas, seis raciones, siete vidas, ocho %, nueve meses, diez segundos, once en el verso, doce pagas, trece martes, catorce noviembre, quince lágrimas, dieciséis amores, diecisiete versiones, dieciocho mayoría de edad, diecinueve manzanas, veinte amigos, veintiún tratamientos, veintidós pagas, veintitrés felices, veinticuatro reinos, veinticinco oposiciones.

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A-mor, B-ueno, C-ariño, D-onde, E-strella, F-ugaz, G-uardas, H-ondo, I-nocentes, J-uegos, K-e, L-uego , M-ientes, N-o, Ñ-oñees, O-tra, P-utada, Q-ue, R-ompe, S-ueños, T-iras, U-n, V-ómito, W-áter, X-uspiro, Y, Z-umbas.