Teclas

¿Dónde te hallas? ...¿Dónde me amas?... De nuevo la incertidumbre viene sin avisar, el mismo miedo, los mismos sueños,... Destrozaré las teclas de este mundo que no se sostiene. No quiero oir más el claqueo de mis miedos, no quiero más teclas envenenadas...¿dónde te encuentras?...¿dónde te hallas?...

No puedo dormir, ni quiero, me pierdo en la oscuridad, sobresaltada, cuna de angustia, nanas inundadas de recuerdos...¿dónde te encuentras?...¿dónde te hallas?...

Un día soñé con tu rostro, acechándome, torturándome, mirándome a los ojos...¿dónde te encuentras?...¿dónde te hallas?...

Haz de luz. O luciernaga, vive pensando canciones. Letras perdidas, siempre las encuentro ahí delante. ¡Frente a mi cama!¿dónde te encuentras?...¿dónde te hallas?...

Mirándome, cuasi inocentes, clac, clac, clac,... ¿dónde te encuentras?...¿dónde te hallas?...

Descubriendo un texto que dicta mi inconsciente.¿dónde te encuentras?...¿dónde te hallas?...

Detalles

Cabeceando en un aparcamiento,
gotas de lluvia,
impactan sobre la luna,
sobre tus ojos,

con el mal tiempo
el carnaval siempre parece más cierto,

rancias las estrellas,
viento de poniente que quema mis raíces,

detalles,

detalles,
tardes de cielo incendiado,
noches envenenadas de ron y todo tu encanto,
cuentos de cuarto a cuarto,
guerra de besos,
olas que robaron zapatillas de esparto

da igual que pares,
que continúes bailando,
o huyendo,

siempre me sorprende la
destreza de tus ojos
lentos se posan en mis labios,

no importa lo ligero que la tormenta moje el suelo,

no importa,
con los pies descalzos,
días que pasan de largo,
impacto de emociones,
extracto de aquello que algún día sentí,

borrando las puertas
los accesos prestados,
robados,

hasta sentirme culpable,

de mi nunca escaparán
todos esos detalles,
se quedarán a vivir.

Trece coma cinco (13,5)

Víctima sobre un papel mojado,
sombras rojas envenenan el alma,
el humo siempre me ciega los ojos,
sumerge el cuerpo en media bañera caliente,

la vida se ríe
sólo cuando me miras,
cantando bajo laureles
los sueños,

celosos mis dedos
lejos de tu cuerpo,

en las escaleras
el amor siempre parece más absurdo,
haciendo nido
entre mis brazos,
brazos secos,
ni siquiera pienso,
me importa un huevo tu ombligo

dejo atrás,
el recuerdo que desvela siempre este cuento,

en media bañera caliente,
sumerge su cuerpo,
cuerpo ardiente,
ojos ciegos por el humo,
quemado el contenedor del mundo,
tierra de cloaca,
alma llena de sombras,
veneno encerrado,
confuso se consume en soledad,
la mirada siempre parece más maligna cuando estás serio,
papel mojado que recoge las lágrimas de la víctima,
fallece,Víctima sobre un papel mojado,
sombras rojas, violáceas, metálicas, envenenan el alma,
el humo siempre me ciega los ojos,
sumerge el cuerpo en media bañera caliente,
corta las venas de este sueño,
la mitad consciente siempre vence.

Hoy

Cara lavada y recién peinada,
por la mañana siempre las cosas se ven más claras,
ni siquiera debiera recordar
las lágrimas de plomo de anoche,
lágrimas que pesan como pesa mi vientre,
los días grises,
como pesa el veneno que me diste,
inmenso,
y decías que el veneno
se guarda en botes pequeños.

Hoy muere,
despierto sin codicia,
sin ansias de nada,
ni siquiera de ti.

Hoy escribo,
siempre me fueron las historias cortas,
escritas en pergamino,
historias de servilleta,
dos cafés y una tostada integral,
compartir tanto en dos tazas y una platera.

El espejo me devuelve una sonrisa,
siempre lo hace cuando las cosas le salen bien,
a ese yo superficial,
mi super-yo,
imbécil independencia,
o tal vez consista en una autodependencia,
quien sabe.

Me interrumpe el amor,
muero.

Querría ver las lágrimas de tus ojos,
el rojo fuego de tu ira,
caricia del odio,
que abrasa mi codicia,
culpable,
junto a una vulnerabilidad de que agota,
ahora a un corazón que cierra puertas,
puta alma calzada con tacones de aguja,
guardar el equilibrio siempre es un desafío,
o tal vez se convierte en el no sé qué
o pimienta,
que me tira hacia el deseo,

lágrimas como piedras,
resbalando hacia tu boca,
o mi boca llena de ellas,
quisiera verlas
marchitar tu sonrisa,
oh lágrimas de ira,
o de corazón ensartado
en la telaraña en que se convierte este juego,
siempre que te acercas

lágrimas amargas,
junto a una postal diabética desde otro rincón del mundo,
donde esconder este dolor,
que siempre me causa verte con ella,
dicen del amor
un sufrimiento bello,
no creo que una mierda por ser comestible sea agradable,

atraerte lágrima quisiera,
de esos ojos,
que sonríen tras los cristales,
atraerte,
seducirte
encantarte,
arrastrarte,

hasta llegar a poseerte,
engañarte,
embaucarte,
hechizarte,
y al llegar a cautivarte
saborear cuán dulce es la venganza.

Presentación,
labios descalzos,
luz que ondea,
luciérnaga que no sabe mantenerse en pie,
ilusión que muere aguantando el huracán,
mi pie pisa el acelerador,
cada día vuela hacia tus brazos,
este cuerpecillo que despierta más flaco,
ganas de aguantar
con el talle molido a latigazos,
hace que piense más en el odio,
vuelvo podrida
sin tiempo para hacer el amor,
abrazos que tiemblan en las pupilas de mi soledad,
suspiro que me ata a tu mar

Distancia,
entre dos corazones,
llegar a ese trozo de la canción,
"no tengas miedo a descubrir,
abrir el espacio que sientes en tu pecho,
miénteme,
miente si lo has hecho"
descalza las nubes de la ilusión,
o húndeme en el mar que habita
bajo tu cintura,
hazme volar,
revolucionario,
libre.

este cuerpo que se agota,
no sabe mantenerse en pie,
cimientos que no soportan los tacones de aguja,
tiempo que se pierde inundado de lágrimas,
que me impiden ser feliz,
no tengas miedo.

tómame,
o déjame salir huyendo,
ya sabes,
para ti es fácil decir eso,
desgraciar de alguna manera,
las historias que llegué a acariciar,
un ruido que siempre me mata los sueños,
veo tu sonrisa en las estrellas del cielo,
puse la piedra tras el paso ajeno.

dolor,
sentimiento que me quema,
abrasa las entrañas de la pasión,
destronada dama,
donde quieras,
dondequiera,
dices al mirarme,
o desnudarme.

Mentira perfecta, perfecta ilusión que campanea,
no la escuches, no la oigas,
ahogado en un mar sin sal, sin colores que ofrecer,
una sed apagada con el placer tus labios,
detenedle, desencantadle,
cortar esa canción que siempre suena cuando pasa,
pago que sobrevive a los sueños,
sin papel para escribir,
para fumarme esos versos que nacen tras las esquinas,
tras la tormenta de mentiras,
marchita verdad que aparece tras el citado clamor
que trae tu alarido,
promesa que no vale nada,
el sabor del limón entre mis labios,
ojos de niña mala,
o buena que siempre apagan tu sonrisa,
y tu boca,
me miras como si fuese pecado,
siempre despierto afónica
entre las sábanas de mi soledad.